Hasta este año, en el que la estrella ha sido La matanza de Texas, cuando se ha introducido la aplicación oficial del Festival y la mayoría de películas son preestrenos (además de los cortos y trailers falsos), de manera que es imposible saber si serán o no éxitos.

Como parte del espíritu de la charla, invitar a los jóvenes a ser tanto espectadores como hacedores de cine, se han proyectado dos cortometrajes de origen francés:

Colonie sigue a Léo, un niño cuyo padre obliga a irse a un campamento de verano al cual se resiste debido a su baja autoestima. Antes de darse cuenta se enfrentará a un enemigo desconocido. Entre los susurros se captaba algún que otro “ay, qué miedo” y un “no sé si lo he entendido”. Los títulos finales dieron paso a los aplausos.

Ovo es un cortometraje ligero de animación. Su historia recuerda a la de Robot salvaje cinco años antes, donde un robot se encuentra con un pequeño pajarillo perdido. Su estilo de animación es más que curioso, uniendo imágenes hiperrealistas con animales casi de juguete.

La conferencia ha cerrado con una ronda de preguntas: las filas delanteras hervían de curiosidad, y algunas de ellas han reflotado la historia de Mario con la ilustración (“que los otros no lo hagan no es excusa”, ha dicho sobre si su entorno era cercano a esa doctrina); han nacido citas como “es una excusa para hablar de ciertos problemas”, sobre la narrativa; o “un cortometraje no te dice lo que tienes que pensar”, sobre el sentido de ciertas historias.

Como broche final, queda la maravillosa despedida de Pierre:

“Ha sido una suerte poder compartir con alumnado del IES Tirant lo Blanc de 4º de ESO y 2º de Ciclos de Formación Superior de Turismo tanto el cine francés fantástico como valores. Gracias a FANTAELX por desplazarse hoy aquí”.

No hay ninguna duda de que, tanto entre quienes escuchan como quienes hablan, se encuentra una pasión desmedida por la creación y por el disfrute audiovisual.