Los cortometrajes queer resuenan con fuerza

Adán Pagán

Los cortometrajes de este jueves, presentados en el Centro de Congresos por Fran Mateu y Mario Paul Martínez-Fabre, han sido el principal foco de interés, sobre todo por el interesante análisis de Amparo Calabuig Puig, Aida Méndez y Laura Martín Pérez.

El nexo común han sido principalmente las temáticas relacionadas con el género, la representación LGBT+ o el feminismo, cada uno merecedor de su propio repaso:

Becarias, de Marina Donderis, Núria Poveda y Marina Cortón:

La comedia negra puede ser un gran recurso, este es el caso de este cortometraje donde tres mujeres se van a vivir juntas y deben intentar superar entre ellas las vicisitudes, tanto de trabajar, como de la búsqueda laboral.

A la comedia, basada en las desgracias desde un punto de vista desenfadado (gracias a la animación stop motion) o exagerado cuando se trata de situaciones cotidianas, se le unen un par de referencias interesantes al horror que protagoniza este festival.

Transición, de David Velduque:

En esta narrativa de terror psicológico una mujer trans, Ángela, vive en sus propias carnes el terror absoluto al descubrirse sola y confundida en su propia casa. Este corto no solo tiene un gran uso del claroscuro, el sonido y unos efectos especiales magníficos, sino que además su terror refleja una realidad dura para cualquiera, en especial aquellos que pertenecen al colectivo LGBT+.

Deliver Me, de Joecar Hanna Zhang:

En un mundo donde crear clones es posible, nuestro protagonista es uno de ellos y mantiene una relación con su molde original. La trama empieza cuando les llega de parte de un amigo otro clon como un objeto para reanimar su relación.

Las implicaciones de este relato pasan por conceptos complejos sobre las relaciones románticas, la expresión de uno mismo e incluso lo trans.

You’re the one I love, de Pablo Barbato:

Este drama, en el que una persona joven se ve atrapada en un enamoramiento imposible, tiene una fuerte personalidad gracias, no solo a su representación LGBT+ de manera menos pudorosa, sino a la inclusión de un montaje rápido con una propuesta interesante respecto al tratamiento de la escalada en la violencia.

Felina, de María Lorenzo:

La animación de este corto, sencilla pero preciosa, no es su única cualidad; cuando el espectador conoce a su protagonista, una mujer con una cualidad secreta (convertirse en pantera), se ve secuestrada por el dueño de un circo de fenómenos como ella. La interpretación es libre y se ve sujeta a tantas soluciones como complejidades. Una historia simple pero compleja con inspiración en La mujer pantera.

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