29 Nov Miradas femeninas (y feministas) en un mundo lleno de hombres
Emma Planchón
Durante la tarde de este jueves, ha tenido lugar la sección transversal de FANTAELX.
En primer lugar, hemos disfrutado de cinco cortometrajes que tratan las cuestiones de género, queer y LGTBIQ+, dentro de la producción audiovisual de corte fantástico. Acto seguido, se ha creado un interesante debate con tres invitadas: Amparo Calabuig Puig, politóloga, e investigadora especialista en estudios de género e igualdad, que también colabora con el Festival de Cortometrajes Helena Cortesina; Aida Méndez, docente de imagen y sonido y periodista cultural en Bloody Girls, un proyecto sobre la representación de la mujer en el terror; y Laura Martín Pérez, defensora de los derechos LGTBIQ+, feminista y miembro de la asociación Dimove.
Aunque nuestro tiempo ha sido limitado y nos hubiera gustado conocerlas mucho más, hemos conseguido hablar de diferentes temas relacionados con el Congreso y con sus propias actividades.
P: ¿Cuándo te ha venido la idea de especializarte en estudios de género e igualdad, es algo que viene de largo o surge por algún motivo?
Amparo: Eso me vino en la piel, desde el nacimiento, por tanto tiempo de observar dinámicas de poder asimétricas en el hogar, en la familia, en las amistades y en el pueblo. Me atravesó cada célula de mi cuerpo y es mi manera de ver el mundo con perspectiva de género y perspectiva crítica de género. Lo llevo incrustado como chip, no elegí la perspectiva de género; ella me eligió a mí.
P: ¿Nos puedes explicar un poco cómo surge esta iniciativa de Bloody Girls?
Aida: Elena y yo somos muy amigas y nos gusta el terror. Vivíamos juntas en Barcelona y hemos visto que se incrementaba toda la cuestión del feminismo con las huelgas, el primer asalto a mujer denunciado, toda la gente en la calle… Hablábamos mucho de esos temas y nos fijamos en la representación de la mujer en general en el género de terror, no lo pudimos hacer solo en películas dirigidas por mujeres porque había tan pocas… Siempre lo hemos hecho muy desde el punto de vista de la sociología porque Elena lo estudió.
P: ¿Nos puedes explicar también cómo surge esta iniciativa de Dimove?
Laura: Dimove lleva 3 años en Elche, es un grupo de diversidad y movimiento donde solemos hacer muchas actividades tanto deportivas como culturales. Están al alcance de todos y sobre todo sirve para crear una comunidad. Existe por los que crecen siendo el “diferente” porque les falta esta parte. Yo, por ejemplo, llegué hace un par de años a Elche porque me trajo un desamor y una amiga me dijo “por qué no hacerlo, hay actividades y no tienes nada que perder”, y ahora me han dado una familia, es un proyecto muy grande.
P: ¿Me puedes hablar un poco de tu papel en el Centro Interdisciplinar de Estudios de Género de la UMH?
Amparo: Hace 14 años que estoy ahí, lo bueno es que son diferentes profesionales de diferentes disciplinas, es interdisciplinar. Mi papel es sobre todo la perspectiva de la politóloga: análisis del discurso, todo el tema de poder, asimetrías de poder, representación de las mujeres en cualquier ámbito, en términos cualitativos y cuantitativos. Mi papel es aportar un producto investigado, un resultado para transformar el mundo porque en otros lugares no investigan generalmente con perspectiva de género.
P: ¿Has notado un verdadero progreso en la representación de las mujeres en el cine o solo son iniciativas aisladas?
Aida: Ahora sí que hay muchas mujeres. Antes había una mujer directora cada 25 años. Ahora al menos todos los años hay películas dirigidas por mujeres y películas de terror dirigidas por mujeres. Creo que eso es así desde 2015 con The love Witch o Prevenge. Además, ya hay directoras dirigiendo más de una sola película de terror, como Julia Ducournau. Sin embargo, en España no hay tanto terror, lo máximo que se hace sería como Paula Ortiz, que nadie realmente relaciona con el terror porque lucha bastante que le relacionan como directora femenina. En otros países no pasa lo mismo, por ejemplo, en Inglaterra todas las películas de mujeres son de terror. En Francia hay un montón también, pero aquí no. Hay muchas chicas haciendo cortometrajes de terror, pero luego esta conexión se pierde en el dinero que cuesta producir estas películas y que no ganan en taquilla.
P: ¿Dirías que en general se ha mejorado la representación de personas LGBTQ+ en el cine?
Laura: Pienso que ahora ya no nos tienen como monos de feria. Antes era como “qué divertido se ven”, de hecho, en el cine y la tele era el divertimento en los años 90. Ya hemos pasado por alto lo de ver una transexual bailar sexy porque “fíjate, es un señor con tetas”. Además, en el cine actual, los personajes son reales y muestran la realidad. Eso es lo más importante porque antes lo que hacían era un universo paralelo donde una persona ama a una persona de su género. Ya no es así, ya nos muestran la realidad, pero es verdad que en algunas ocasiones se penaliza de una cierta manera una conducta homosexual. Igualmente debería acabar, pero al menos hemos avanzado.
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