30 Nov Ciencia y criaturas de lo fantástico aterriza en Ali i truc
Adán Pagán
Esta tarde, tras la proyección de cortos, la librería Ali i truc ha sido testigo de la presentación del libro Ciencia y criaturas de lo fantástico por parte de Fran Mateu y Mario Paul Martínez, quienes, además de ser los organizadores de este evento, son los editores (y escritores de la introducción) de este libro.
A esta presentación se le han adherido tres de sus colaboradores: Jaime Quiles, Anna Tarragó y Michelle L. Copmans.
La historia detrás de este libro es fundamental: en la edición pasada de FANTAELX, la efemérides fue Jurassic Park y, como resultado de las charlas de aquel año, nacieron muchos temas relacionados con las criaturas fantásticas. Se decidió entonces comenzar con la escritura de la obra que ha tomado forma un año después, a pesar incluso de las complicaciones debido a la Dana. Su premisa tiene truco, en más de treinta capítulos se tocan (uno por capítulo escrito, cada uno por diferentes autores) temas relacionados con cualquier rama científica (incluyendo filosofía, e incluso pseudociencias) que se pueda unir a las criaturas fantásticas.
Como parte de la presentación, sus colaboradores han hablado de sus respectivos temas: Ana Tarragó, tras mencionar haberse alejado de la ciencia (“me alejé de la ciencia pero gané un montón de folklore”), contó cómo después de comprar un animalario catalán encontró a la dama del agua, un mito tan extendido como oculto, donde mujeres con vidas muy torturadas son dotadas de capacidades mágicas y longevidad extendida, una historia que recuerda mucho a la de las hadas.
Jaime Quiles aprovechó la investigación de su tesis doctoral sobre autores que fueron los grandes olvidados del cine fantástico en Elche: Diego Amorós García y Ramón Pastor Castell. El primero dirigió el cortometraje La muerte roja hace cincuenta años, una adaptación de La máscara de la muerte roja de Edgar Allan Poe, costó bastante convencerlo, mas este lunes fue proyectado por primera vez en una pantalla de cine con un magnífico resultado; el segundo, quien resultó ser el primer alcalde democrático de Elche, realizó un cortometraje de ciencia ficción con las escenas de la nave llegando grabadas en Arenales.
Michelle L. Copmans, quien escribió el capítulo junto a su pareja, encontró el origen de su idea tanto en su especialidad por los cómics y la politología (alude a su gusto por el análisis político en el arte), como a un debate tras volver a ver Jurassic Park. Llegó a la conclusión de que tanto esta como muchas otras narrativas (pone Alien Covenant y los superhéroes en general como ejemplos) son en esencia el mito del golem, un ser creado por los mismos humanos para ayudarlos que debido a su falta de autocontrol destruye todo a su paso. Es un monstruo, pero según Michelle, monstruo es solo la definición de algo extraordinario, pues el verdadero ser horrendo es aquel que engendra a estas criaturas, es un análisis concienzudo de los autómatas en la ficción.
Ha terminado llegando a la siguiente reflexión: “Matamos dioses para crear nuevos dioses, y estas personas son dioses”, quizás porque el mal que es destruido solo puede serlo si hay un mal mayor que lo preceda. Como punto y final, ha mencionado que en Europa existe un servicio tecnológico cuyas ideas se alimentan de la ciencia ficción, ya que en esta existen más autores (y, por lo tanto, más ideas) que en su equipo técnico, de manera que la ficción adecuada se puede (y será) replicada en la realidad, es decir, la ficción modela a la realidad.
Una vez terminadas las presentaciones, la reunión ha terminado con un coloquio, donde se han debatido las posibilidades del cine fantástico, sin olvidar que, en muchas ocasiones, a este no se lo toma en serio por diversos motivos (que también fueron objeto de debate); el parecido del mito de Talos al del golem, por qué tardó cincuenta años en estrenarse La muerte roja y la reminiscencia intrínseca de la cultura en lo fantástico fueron algunos de los temas presentados.
Llegadas las 20:00 nos hemos ido retirando, no sin antes de, gracias a la paciencia de Mario Paul Martínez, concertar una interesante entrevista, cuyo contenido compartimos en las siguientes líneas:
P: Tanto en la introducción como en el capítulo de los zombis se alude al origen religioso de lo fantástico, ¿creéis que la visión actual de estas criaturas tiene remanentes teológicos, es decir, se tiene una cierta fe de querer que sean reales, o nos hemos emancipado de cualquier origen religioso?
R: Tienes razón, no sé si sería del todo religioso. El primer protozombi, además de los primeros pretextos, seguro que es mágico, estamos hablando de una conexión muy fuerte con el vudú y con la santería y otro tipo de conceptos mágicos, es vudú y tahitiano. Luego se pasa a lo científico, sobre todo a partir de las películas de John Romero, llega incluso a cruzarse con microbios, hemos tenido hasta zombis nucleares, que son los salidos de residuos nucleares. La fe en ellos la tenemos, pero ya no son para nada religiosos.
P: ¿Crees que el medio condiciona a las criaturas, el cómo las hacemos? No es lo mismo el de una película, un videojuego, un libro… ¿Cómo crees que lo condiciona?
R: Es una buena pregunta, sí que lo creo, aunque en un principio no lo habría creído. Sí que hay posibilidades, por ejemplo, en el mundo de los videojuegos que, al estar pensando en mecánicas, ya que esos juegos no los está pensando un escritor de cómics o de libros, de repente les damos cualidades nuevas. Qué pasaría si, por ejemplo, los huesos se pudieran tocar como una flauta y se pudiera completar un nivel con un hueso de un zombi. Ya solo vas a pensar en una mecánica de juego, es verdad que condiciona y que, a lo mejor, un cómic, un videojuego o una película son más visuales que una novela, condicionan más a un espectador. Así que sí.
P: Hemos hablado de cómo la historia, la cultura y demás factores científicos están directamente relacionados con lo fantástico, y que uno afecta al otro. ¿Crees que la fantasía afecta a la realidad, la realidad a lo fantástico o que hay una retroalimentación?
R: Me gustaría creer que es una retroalimentación, y además hay autores que me gustan mucho como Alan Moore, que siempre dice que la magia es una manera de condicionarse a uno mismo y de reimaginar la realidad, y que si tú eres capaz de reimaginar una situación tuya podrás cambiar la realidad. No está hablando realmente de esa magia barata, sino de decir “si piensas y tienes ideas de una manera puedes hacer que tu vida vaya en esa dirección”, y eso es superinteresante. La imaginación, que hoy se ha hablado mucho de ella, es muy potente y te permite reinventarte a ti y a lo que tienes al lado en algunas condiciones. Como ha dicho Michelle, es igual de importante que la ciencia la capacidad de imaginar, están totalmente conectadas con la vida.
P: Si tuvieras que escoger una criatura que tú creas que más o menos defina la cultura actual de lo inmediato o cualquier cosa importante de la cultura actual, yo pienso en los hombres grises de Momo, ¿cuál sería? Si tuvieras que crear tu propia criatura, teniendo en cuenta la sociedad actual, ¿cómo sería?
R: Yo crearía al coco de Instagram, que si estás mucho en él sale y te arranca la cabeza porque estás realmente tonto. Lo digo en broma, la verdad es que me flipan mucho las criaturas, pero hay demasiadas. Creo que la que más me gusta es la de Alien, porque me parece ese organismo o ser que pone a la humanidad en su sitio y nos vuelve a demostrar que la naturaleza es más grande que nosotros y que somos un microorganismo en el universo, eso me gustó mucho de la película, ese vacío existencial que crea el monstruo y el espacio. Me mola esa idea de que no somos nada.
P: En la introducción se menciona a las criaturas como la otredad, es decir, lo diferente, lo otro. ¿Qué clase de relación crees que tenemos con esa otredad? ¿Hasta qué punto las criaturas nos son ajenas?
R: Es importantísimo, la otredad viene unida a dos palabras antagónicas: una horrible y otra buenísima; la buenísima es simpatía y la horrible es todo lo que tenga que ver con rechazar al otro, léase fascismo, racismo, etcétera. La otredad nos pone en ese punto de tener que decidir y decantarse. Creo que todo el mundo debería ser alguna vez en su vida el otro, a todo el mundo deberían coger y llevarlo a un país en el que desconozca la lengua, no tenga a su familia o su gente y dejarlo vivir ahí un año, seguramente todos seríamos mejores personas, y creo que las criaturas muchas veces hablan de eso: “Oye, somos diferentes, pero a lo mejor hay que convivir”.
P: La ciencia y el conocimiento se unen y permean en lo que se considera lo fantástico, ¿cuándo dirías que comienza esta unión? ¿Cómo se ha ido desarrollando?
R: Es verdad, hay una gran etapa de lo fantástico, lo mágico y lo mitológico en la que la ciencia todavía no se ha metido del todo, hay pinceladas e ideas como Prometeo, pero es cierto que, mucha gente, aunque no sea exacto, le da a una obra de la que hoy se ha hablado mucho, el moderno Prometeo, lo que se conoce vulgarmente como Frankenstein, da el primer toque de lo que será la ciencia ficción, hubo otras obras pero esta fue la más popular y la que inició esa idea de mezclar ciencia y fantasía o monstruos. Pero es verdad que tenemos precedentes de siglos anteriores, aunque no estaban tan suscritos ni dieron el bombazo que pegó esta obra.
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