15 Nov Los primeros cortometrajes fantásticos compiten en Catral
Marina Villalba y Martina Escales
Comienza la competición en el Cineclub Catral. En total, se han proyectado nueve cortometrajes, siete de ellos en sección competitiva. Veamos de qué tratan.
Tinieblas, de Raúl Cerezo y Carlos Moriana (España)
Miriam acude a casa de su abuela, que tiene demencia, para llevarle ropa al hospital en el que está ingresada. Cuando entra en la casa, los ruidos invaden la estancia porque algo está ocurriendo. Va más allá de la demencia de la abuela: es el terror neorrealista que une dos mundos.

In London, de Jordi Romero Oya (España)
Este falso tráiler muestra cómo una criatura inhumana persigue al protagonista por el metro de Londres y no parará hasta atraparlo.
Un tributo a Un hombre lobo americano en Londres (John Landis, 1981) con situaciones y personajes muy exagerados.

Lo que te falta, de Sara Bermejo (España)
La propuesta de Sara Bermejo nos lleva al aislamiento de Teresa tras las operaciones estéticas a las que se ha sometido. La soledad se manifiesta tanto en su casa como en la clínica por el minimalismo y la escasez de muebles. Comenzando con la terapia, llega a reencontrarse con una antigua relación. El final del pasado se une con el presente.

Te debo una, de Santi Capuz y Diego Jiménez (España)
Este siniestro cortometraje se centra en el favor que Lucas le debe a Raúl. En un bosque, Raúl le confiesa un secreto unido a su petición: tiene que ayudarlo a hacer algo y es muy importante.
Con planos fijos y un humor macabro, los dos directores narran el reencuentro de dos amigos y el problema que tendrán después de la verdad.

El revisor, de Jandro (España)
El revisor es el segundo cortometraje de Jandro, protagonizado por Pablo Puyol y Mamen García, dos caras muy conocidas del cine español. Este inquietante thriller, inspirado en hechos reales, transporta al espectador a un mundo donde la línea que separa el humor y el miedo se difuminan en un relato perturbador: un falso revisor de gas estafa a ancianos aprovechándose de su vulnerabilidad.

Que el cielo nos perdone, de Andrés Buitrago (Colombia)
Este thriller ambientado en la Colombia de los años 50 narra la historia de dos asesinos a sueldo que, en búsqueda de sus próximas víctimas, acaban en una cabaña donde se encuentran con insólitos horrores. Buitrago, mediante un trasfondo histórico y un enfoque fantástico, crea una poderosa metáfora de la situación social y política del país.

El aspirante, de Sam Orti (España)
Esta animación en stop-motion muestra la vida de un funcionario cuyo trabajo es denegar las solicitudes que llegan a su despacho y que vive con el miedo constante de tener que aprobar alguna de las peticiones. Mediante un trabajo tan bien cuidado como el de Sam Orti, el espectador se sumerge por completo en un escenario tan ajeno pero tan conocido al mismo tiempo.

Escena Final, de Diego Kompel (Argentina) – Fuera de competición
El cortometraje traspasa la realidad a partir de una travesía profunda. De seis actores principiantes en una clase de teatro, uno de ellos guarda un secreto y se comporta de una forma extraña que modificará la clase. Exploran lo más oscuro de la persona y se enfrentan a sus propias emociones y traumas mediante el arte.

Ucún, de Joan Martín Giménez (España) – Fuera de competición
Joan Martín Giménez nos trae un perturbador cortometraje que, a través de una máscara sin rostro, consigue dejar huella al espectador por el gran trabajo de diseño y elaboración de su curioso personaje principal.

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