16 Nov Alberto Vázquez: «Nuestra manera de animar y de pintar es muy tradicional»
Martina Escales, Marina Villalba y Coral Maciá (fotografía)
Este 15 de noviembre FANTAELX ha tenido el honor de proyectar la nueva película de Alberto Vázquez en la gran pantalla de los cines ABC y ha contado con un coloquio al final de la sesión con el propio director.
En el coloquio el director ha resuelto algunas preguntas de los espectadores, que iban desde sus próximos proyectos hasta conocer el leitmotiv de la pronunciación pausada de “decorado”, un guiño a su cortometraje, Decorado, en la repetición de esta palabra como separador entre escenas.
La película, que nace del cortometraje homónimo, ahonda en los problemas sociales y psicológicos causados por vivir en una sociedad controlada por una misma compañía. Arnold, el protagonista, cree que hay algo más allá de las fronteras que le marcan y está decidido a traspasarlas. Pero hay un problema, todo parece irreal, como…

Hablamos con Alberto Vázquez para descubrir aspectos de su trayectoria, estilo e ideas:
P: Empezaste estudiando Bellas Artes en Pontevedra durante dos años y ahí, bajo la influencia de compañeros de clase, exploraste el mundo del dibujo y los cómics. Luego, seguiste con algunos cortos, como Sangre de unicornio y Decorado, y has terminado haciendo dos largometrajes. ¿Cómo fue ese salto del papel al cine?
R: El cómic lo bueno que tiene es que lo haces todo tú. Es decir, es un medio muy económico, solo necesitas tinta, papel, y a mí me enamoró la posibilidad de poder hacer historias, más concretamente, mis historias, lo que a mí me apetecía. Yo hacía mi vida de dibujante de cómic y de ilustrador.
Luego me llegó la oportunidad de adaptar un cómic que se llama Psiconautas a película, pero era muy difícil de financiar: una película de fantasía, oscura, para adultos. Entonces, decidimos hacer primero un cortometraje, que fue Birdboy, mi primer corto.
Para mí, llegué de una manera natural. Soy ilustrador, dibujante y narrador y, entonces, el cine de animación es una mezcla entre mis dos grandes pasiones. Por un lado está el cómic y por otro lado está el cine. Justo en medio está el cine de animación, que es cine, pero es otra manera de hacer cine. No tiene nada que ver con el cine de imagen real. Nosotros tardamos cinco o seis años en hacer una peli y nos parecemos más a un estudio de videojuegos que a un rodaje de cine convencional.

Entonces, llegué un poco por casualidad. Yo no estudié cine ni estudié nada; soy artista, ilustrador y fui llegando poco a poco. Hice un corto que fue bien y eso me permitió conocer el mundo de la animación, el mundo del cortometraje, que es un mundo muy libre, donde hay un montón de propuestas diferentes, técnicas diferentes. Me hizo viajar, me hizo enamorarme del medio y luego tuve la posibilidad de hacer esa película, Psiconautas, que fue mi primera peli.
P: Maus fue un referente para ti, ya que te diste cuenta de que los cómics no solo eran un medio artístico para plasmar ideas y conceptos bizarros, sino que también son muy interesantes para hablar de temas serios. ¿De qué te interesa más hablar en tus cortos?
R: Esa obra, Maus, sí que fue, quizás, el primer cómic que leí. Lo leí con 18 años, creo. Dije: “Hostia, esto es un documental, están haciendo un documental con un cómic”; es un cómic que ganó el premio Pulitzer, que ha sido uno de los grandes cómics de la historia. también está hecho con animales y yo dije: “Hostia”. Eso me abrió mucho la cabeza, no sabía que en el cómic se podía hacer esto. Lo intuía, pero nunca había leído una obra así.

Entonces, yo me di cuenta, con Psiconautas —no fue mi primer cómic, pero fue mi segundo—, de que podía hablar de temáticas sociales o de cosas que me preocupaban, en este caso, desde la fantasía. Me parecía muy interesante porque desde la fantasía puedes hablar desde la metáfora y puedes llegar a puntos que no puedes llegar desde otro medio o de otra manera de hacer. A mí es lo que me interesa: hablar de injusticias sociales, de problemáticas actuales o de lo que sea, pero siempre desde los animales, la fantasía, desde estos animales, que son universales, que no tienen un tiempo ni un lugar definido, sino que pertenecen así a todas las culturas. Mezclo cosas muy cómicas con cosas muy trágicas, pero con cosas también de realismo social. Es una manera que tengo de trabajar.
P: Es como el inicio de la creación de tu estilo, clásicamente, ¿no?
R: Sí, sí, bueno, el estilo se va haciendo poco a poco y a veces no eres ni consciente de lo que estás haciendo. A veces las cosas las analizas más a posteriori, pero, bueno, es eso, son animales para hablar de temáticas sociales.

P: Sí, es algo que nos ha llamado la atención. Había algunos personajes que eran aparentemente muy adorables y muy graciosos, pero luego tenían un trasfondo bastante duro. Es algo que aparece siempre en tus cortos.
R: Sí, totalmente.
P: Decorado está basado en el cortometraje homónimo realizado en 2016. ¿Cómo nació esa primera idea y qué te impulsó a crear su largometraje?
R: Pues esto viene de un proceso bastante largo. Ahí por el 2009 yo había hecho unas historias de cómic cortas que se publicaron en revistas y que eran de esos animales en crisis existencial, preguntándome un poco cuál era el sentido de su vida. Me pareció una idea interesante y decidí coger esas historias cortas y pasarlas al cortometraje. Entonces, la narración del cortometraje son gags de tres, cinco, siete, diez segundos cortados por la palabra “decorado”, ¿no? Y hace un puzzle raro y con una narrativa que no es lineal, sino que va saltando de un lado a otro. Lo que hice fue adaptar esas historias al cortometraje.
Yo no pensaba en hacer un largometraje, pero años después conocí al co-guionista de esta peli, que se llama Xavi Manuel, y juntos empezamos a hablar de qué interesante sería poder hacer una serie de animación para adultos con ellos.
Empezamos a hacer un dossier, a escribir capítulos, sinopsis, expandir personajes y tramas, pero ya sabíamos que iba a ser difícil hacer una serie de animación para adultos porque, básicamente, no hay canales que echen series. O sea, Cartoon Network y poco más, no hay mucho, ¿no? Pensamos: “Pues, si no sale la serie, todas estas ideas las vamos a juntar y vamos a hacer un largo”.
Como yo había hecho dos antes, sabía que era posible. Y aquí hemos estado. O sea, que, al final, esta peli es un proceso de 13 años de casualidades y de gente que lo ha hecho posible. No estaba pensado y aquí está la peli.

P: Mediante la animación y el dibujo, los detalles tienen un mayor control a diferencia de una película que no es de animación. Algo muy característico es la apariencia, además de los colores y texturas que utilizas para representar cada elemento. ¿Qué te lleva a elegir la mezcla de escenas bidimensionales con animación 3D? Y sobre los colores, ¿qué podrías destacar de tus paletas y texturas?
R: Bueno, podría destacar una cosa de esta película respecto al arte. Es la primera película que hago en la que yo no soy director de arte. Es decir, en todo mi trabajo, yo, como soy ilustrador, siempre he cogido ese papel. ¿Qué pasa? Que ya acabó la anterior peli, Unicorn Wars, y yo estaba agotado. Al final, dirección de arte es una profesión en sí misma y dirección es otra. Entonces dije, mira, vamos a trabajar con un director de arte.
El director de arte es José Luis Ágreda, que es un dibujante de cómics que yo ya conocía hace muchos años, que también fue director de arte de otras películas como Robot Dreams, por ejemplo. Nuestra relación fue muy fácil.

El corto es en blanco y negro. Pensamos, ¿qué vamos a hacer con la película? ¿La vamos a hacer en blanco y negro o la vamos a hacer en color? ¿Qué pasa aquí? Y al final nos parecía que una peli de 90 minutos en blanco y negro era un poco árida y perdíamos un poco las posibilidades narrativas y expresivas que tiene el color porque el color en esta película cuenta. No es un color… O sea, el cielo no es azul… Son gamas muy limitadas y tiene mucho que ver con el dramatismo de la escena. Hay escenas que a veces se utilizan tonos muy desaturados para escenas tristes, para escenas más alucinógenas unos colores súper ácidos. Entonces, el color siempre cuenta. Y el color, las texturas, aunque sea todo en digital, la manera que tenemos de trabajar es como cuando trabajamos en papel. Nosotros venimos de trabajar en papel. En acuarela, en gouache, técnicas más tradicionales. Cuando lo pasamos todo al digital, la lógica, la manera de trabajar por capas es un poco la misma. Entonces, lo que quiero decir es que aunque utilicemos un poco de 3D, aunque utilicemos tecnología, aunque utilicemos mucho software, nuestra manera de animar y de pintar es muy tradicional.
La animación es de 12 dibujos por segundo aproximadamente. No es Disney clásico, pero bueno, se le acerca. Y como nuestras referencias son lo clásico, lo clásico envejece bien.
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