18 Nov Esta profesión va de tener una visión
Pablo Tenza
Tras la proyección de Disforia en el marco de FANTAELX, Christopher Cartagena nos concedió una entrevista en la que nos habla de su película, de su trayectoria y de sus próximos proyectos.
La proyección de la película ha tenido lugar en el Edificio Valona de la Universidad Miguel Hernández, donde se han reunido numerosos espectadores deseosos de descubrir, o redescubrir, el toque mágico del director ilicitano. Aquí os dejamos el fruto de esta conversación, pero, por favor, no os vayáis muy rápido, porque esta pieza viene con bonus track: la joven Noah Casas, que interpreta a Say, la hija de la protagonista, también ha querido contarnos algunos detalles.

P: ¿Cómo nació la idea de Disforia?
R: Disforia viene de una novela de terror de hace 10 años, y tanto el autor como los productores me dieron bastante libertad para adaptarla. Escribí el guion junto a Joan-Pol Argenter, que es un compañero guionista, y también junto a Imanol Ortiz, que había hecho una primera versión del guion. Lo que hicimos fue buscar qué elementos de la novela nos parecían más interesantes para lo que queríamos contar, que era esta mezcla entre drama familiar y thriller con elementos de terror. Y, sobre todo, el concepto madre e hija.
P: ¿Cuáles fueron tus referentes a la hora de hacer la película?
R: Siempre estaba pensando en Funny Games (Michael Haneke, 1997), al ser un home invasion con un toque de slasher sobre una familia que se ve amenazada. Pero también tuve en cuenta todo el cine de Ari Aster que hable sobre la madre en clave de terror, como la madre en algún modo teniendo el mal como esencia, pero a la vez tiene la llave para darle la vuelta a la situación. Otra película sería Barbarian (Zach Cregger, 2022), por ejemplo, que tiene terror con un tinte más social. Por otra parte, mi hermano es psicólogo y me ayudó en gran parte a preparar los personajes.
P: ¿Hubo algún reto técnico durante el rodaje?
R: Pues uno de los retos que teníamos es que la historia transcurre en 48 horas, así que teníamos un raccord de heridas muy marcado que tenía que ir in crescendo, y claro, siempre era una limitación a la hora de plantear la puesta en escena. Y luego, pues rodar en el bosque, que podríamos decir que son ambiciones un poco más extremas. Nos llovió, tuvimos unos días de fango, lluvia y un poco de temporal, pero también lo jugamos a favor, que al final es lo orgánico del cine.
P: ¿Tienes alguna idea en mente que te gustaría abordar próximamente?
R: Tengo dos proyectos de terror: uno es más terror puro sobre una historia de espíritus que aborda el tema de las relaciones tóxicas de pareja, y otro es un thriller con elementos de terror que cuenta una historia de investigación en un pueblo perdido del norte de España.
P: ¿Cómo se siente volver a tu ciudad de origen para presentar una película?
R: Pues es muy curioso, porque ahora me estaba encontrando con familiares y amigos, y recordaba un poco qué cosas de ellos me habían llevado a hacer cine. Y a veces son detalles que has vivido de niño y de adolescente, y encontrarte con todo eso es muy bonito y poderoso.
P: Habiendo trabajado con varios géneros cinematográficos y teniendo en cuenta que tu primer largometraje aborda el terror, ¿cuál dirías que es tu favorito?
R: Me gustan todos los géneros, me encantaría hacer un musical y me gusta mucho la comedia. Quizás diría que el género de la fantasía como paraguas, el abismo mágico y todo aquello que tenga un elemento que se escape de la realidad cotidiana me interesa, pero mezclado también con lo cotidiano, con historias que al final sean de personajes donde el género se use para hablar de otras cosas.
P: Mirando atrás hacia todas tus creaciones, ¿de cuál estás más orgulloso?
R: Hay un cortometraje que de algún modo inspira también la película. Se llama La Carrera (2010), lo hice hace 10 años, arrancó en el Festival de Cine de Sitges y tuvo un recorrido habitual de festivales de género. Y justo viendo Disforia estos días me acordé de este cortometraje, que cuenta también la relación entre padre e hija, y claro, de algún modo tiene elementos en Disforia.
P: En tu carrera has dirigido también varios anuncios, ¿cuáles dirías que son las mayores diferencias entre dirigir un anuncio y una película?
R: Para mí el cine es el arte absoluto, en el sentido de que es donde verdaderamente tienes un control del lenguaje, no solo obviamente de la interpretación, que vas hacia el subtexto del guion, sino el lenguaje cinematográfico, es decir, lo visual y lo sonoro al servicio de justamente crear ideas y emociones asociadas a eso. Es diferente, la publicidad tiene algo muy bueno, y es que te enseña a manejar los timings porque tienes que contar en muy poco tiempo y tienes que tener mucha claridad de «este plano es el mejor plano para el segundo y medio”. Pero ahí está un poco más limitada que el cine, que tiene una amplitud de relacionar cualquier plano de la película con cualquier otro de la hora y media o dos horas que puede llegar a durar.
P: Ver una de tus obras proyectada en la gran pantalla es un gran honor para cualquier director. ¿Recuerdas cuál fue tu primera? Y, ¿cómo te hizo sentir?
R: Sí, recuerdo los primeros festivales que hacíamos en la escuela, que de pronto cogíamos una sala de cine y proyectábamos. Fue muy impactante, yo casi estaba mirando más al público que a la propia película, que de momento la película empieza a ser de la gente y como creador te interesa casi más ver qué está pasando con ellos.

P: ¿Qué has aprendido con tu paso por festivales? Y, ¿qué consejos les darías a jóvenes cineastas o estudiantes que quieran dedicarse al mundillo?
R: Pues, sobre todo, que no tengan miedo, que tengan arrojo. Al final esta profesión, este arte y este estilo de vida va de tener una visión, y la visión se trabaja y se aprende con el ensayo y error. Y justamente ahora he conocido en festivales a cineastas muy potentes a los que admiro y que tienen ese espíritu muy joven de equivocarse, de probar, de ponerse retos e intentar hacer algo que cinematográficamente les motive. Entonces, creo que ahí es donde está la clave.
P: ¿Cómo fueron tus primeros pasos en la industria? ¿Cuál fue el punto exacto de tu vida en el que decidiste que querías hacer cine?
R: He hecho cortometrajes desde muy joven. En Elche empecé a rodar cortometrajes entre palmeras con 13 años y ya tenía un componente de género, por ejemplo, había uno de un niño fantasma que aparecía detrás de la gente. Al principio era todo un juego, engañaba a mis amigos, les decía que íbamos a quedar a jugar a la consola y de repente les daba un guion y tenían que actuar. Empezó un poco así. Luego esa gente dejó de venir porque no les interesaba tanto como a mí y yo seguí. Entonces iba encontrando cada vez a más gente que les interesaba actuar, o montar un decorado, o les gustaba el vestuario, y así, de una forma muy orgánica.
Bonus track: entrevista a Noah Casas
P: ¿Cómo es tu personaje?
R: Mi personaje es un poco desobediente y muy cabezota, porque no le hace caso a su madre.
P: ¿Te has enfrentado a algún reto a la hora de interpretar a Say?
R: La verdad es que a mí me ha parecido fácil y no se me ha hecho difícil porque me llevaba bien con todos los compañeros del equipo, así que creo que ninguno.
P: La escena del coche en la que tu personaje gritaba del miedo era muy realistas. ¿Cómo lo conseguías?
R: La verdad es que me asustó un poco, sabía que tenía que gritar, pero la escena me daba más miedo, así que gritaba incluso más.
P: ¿Cómo empezaste en el cine?
R: De pequeña era modelo, después mi hermana empezó actuando en una película y a mí me llamaron para hacer otra. Desde entonces me han llamado varias veces y he hecho bastantes.
P: ¿Cómo compaginas los estudios con el trabajo?
R: La verdad es que todos los profesores que he tenido me han dicho que no pasaba nada, porque cuando llego a clase me aplico bien y no se me hace difícil.
P: ¿Cómo te sientes al verte a ti misma en la gran pantalla?
R: Pues a veces estoy un poco nerviosa, pero cuando veo que la gente aplaude me relajo.
P: ¿Tus amigos te han visto en alguna película?
R: Sí, me han visto en El Casoplón (Joaquín Mazón, 2024), porque invitamos a todos al cine a verla cuando se estrenó, y vinieron todos.
P: De todas las películas en las que has actuado, ¿cuál es tu favorita?
R: Disforia, porque es en la que más tiempo he estado, y El Casoplón, que estuve también un mes. Pero la verdad es que en general me han gustado todas.
P: Según tengo entendido, tu hermana también es actriz. ¿Te ayuda de alguna forma a la hora de prepararte para un papel?
R: Sí, a veces, cuando me mandan a un casting, ella me hace la replica y me ayuda a prepararme.
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